Bebe o muere

 



La hidratación es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta al realizar deportes, especialmente durante épocas de calor. Cuando practicamos actividad física, nuestro cuerpo pierde agua y sales minerales a través del sudor, lo que puede llevar a una deshidratación si no se compensa adecuadamente.


La deshidratación es un problema grave que puede afectar negativamente la salud y el rendimiento deportivo. Incluso una pérdida de líquidos del 2% del peso corporal puede reducir el rendimiento físico y cognitivo, aumentar la fatiga y hacer que el corazón trabaje más para bombear la misma cantidad de sangre.


Es importante recordar que la hidratación debe ser una prioridad no solo durante el entrenamiento, sino también antes y después del mismo. Para asegurar una hidratación adecuada, es recomendable seguir estas pautas:


Beber suficiente agua antes de comenzar la actividad física. Es importante comenzar hidratado, ya que el cuerpo necesita una cantidad adecuada de líquidos para funcionar correctamente.


Beber pequeñas cantidades de agua regularmente durante el entrenamiento. No esperes a sentir sed, ya que esto indica que el cuerpo ya está deshidratado.


Elegir bebidas deportivas que contengan electrolitos y carbohidratos si se realizan actividades intensas durante más de una hora. Los electrolitos como el sodio, el potasio y el magnesio ayudan a mantener el equilibrio de los líquidos en el cuerpo y los carbohidratos proporcionan energía adicional.


No beber alcohol antes o durante el entrenamiento, ya que esto puede aumentar la deshidratación.


Monitorizar el color de la orina para asegurarse de que se está hidratando adecuadamente. La orina clara es un buen indicador de una hidratación adecuada, mientras que la orina oscura indica que el cuerpo está deshidratado.


Además de afectar el rendimiento deportivo, la deshidratación también puede causar problemas de salud graves, como golpes de calor, insuficiencia renal, y en casos extremos, la muerte. Los niños, los ancianos y las personas con enfermedades crónicas son especialmente vulnerables a estos riesgos.


En conclusión, mantener una hidratación adecuada es fundamental para maximizar el rendimiento deportivo y prevenir problemas de salud graves, especialmente durante las épocas de calor. Siguiendo estas pautas simples pero efectivas, se puede asegurar una hidratación adecuada y mejorar la calidad de la actividad física en general.

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